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Introducción

Gestión de riesgos del proponente en la contratación pública

Extracto de la introducción.

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Una de las principales amenazas a la contratación pública y sus fines socioeconómicos son los riesgos empresariales o de mercado previsibles ligados a los proponentes y confinados a las garantías o pólizas de seguros, a ciertas reglas inflexibles del proceso de selección y a presiones contractuales específicas. Los siniestros, sin embargo, han demostrado tener efectos sistémicos muy superiores a las coberturas de las garantías y demás controles mencionados, lo cual da lugar a un vacío de gestión incuestionable en la seguridad de las inversiones del Estado en el mercado.


Tan solo en Colombia se calculó para 2017 un aproximado de 2.300 millones de dólares en obras abandonadas o consideradas “elefantes blancos”, cuyas causas pudieron estar ligadas a circunstancias, antecedentes y/o conductas de los proponentes que no tienen detección ni gestión en los controles de los procesos de selección de contratistas. Aunque desde los organismos multilaterales y otros foros existe la marcada tendencia de atribuir las millonarias pérdidas contractuales a la corrupción, y sus recomendaciones en consecuencia normalmente se enfocan en medidas de transparencia, gobierno electrónico y normatividad que ayude a poner obstáculos a las relaciones viciosas entre empresarios, política y administración pública (el fenómeno conocido como “la gran corrupción”), existen otras variables que acentúan y facilitan las pérdidas.
 

Este libro expone, por tanto, cómo el asunto no solo se afianza en la variable corrupción, sino que toma otros elementos cuando se examinan los vacíos de gestión de riesgos empresariales o de mercado asociados a los proponentes. Aquí aparecen sensibles causas de siniestralidad contractual que pueden identificarse, preverse, controlarse y gestionarse sobre las contrapartes: apetitos de riesgo empresarial, circunstancias financieras, reputacionales (corrupción), lavado de activos y financiación del terrorismo u otros factores desestabilizantes para la consecución y objetivos de la contratación que, fácilmente, superan los requisitos mínimos y ponderables delimitados con rigidez en los pliegos de condiciones.

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Mayor información en Ediciones de la U. 

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